Cómo ayudar a concienciar y a prevenir a los más jóvenes sobre los efectos dañinos del tabaco

Hoy en día, fumar continúa siendo un hábito socialmente aceptado que se adquiere, en la mayoría de los casos, en la adolescencia cuando todavía se es más influenciable. Además, lleva implícito el contexto social, principal causante de esta adicción, y el hecho de convivir con fumadores (padres, abuelos, tíos, amigos), ya que forman parte de la vida desde que se nace. Y es que empezar a fumar tan joven conlleva, sobre todo, problemas relacionados con el desarrollo cognitivo y/o emocional, pues el cerebro todavía está en fase de maduración.

En la actualidad, España está considerado como uno de los países de la Unión Europea que más fumadores alberga. De acuerdo con los datos recogidos por el Ministerio de Sanidad, el 23% de la población de más de 15 años fuma a diario, el 2,4% es fumador ocasional y el 25,7% se declara exfumador. En el caso concreto de los jóvenes, el estudio de Cigna ‘360 Wellbeing” ha revelado que en el último año el 35% de las personas entre 18 y 24 años reconocen fumar.

A pesar de estos datos, gracias a las campañas en contra del tabaco, a los estudios médicos, al confinamiento de la pandemia, que ha limitado considerablemente el ocio, y a las consecuencias médicas del COVID-19, la población ha sido más consciente sobre lo perjudicial que es (existen informes que avalan que las personas que fuman pueden tener una peor evolución del COVID-19) y están buscando alternativas para dejarlo. Entre las opciones que existen destacan algunas como los cigarrillos electrónicos o los vapers. Aunque estos productos pueden parecer más “saludables” ya que emiten, de media, un 95% menos de niveles de sustancias químicas dañinas que los cigarrillos, realmente siguen siendo perjudiciales para la salud. Y, aquí, ha surgido una controversia: mientras estas nuevas alternativas se han creado para ayudar a dejar de fumar, paralelamente se han convertido en la puerta de entrada al tabaquismo para los más jóvenes.

María Sánchez, e-Health Medical Manager de Cigna España, señala que “en Cigna, una de nuestras principales apuestas es la difusión de hábitos de vida saludable que ayuden a mantener una buena salud. Por ello, aunque sabemos que dejar de fumar no es fácil, nos esforzamos en transmitir la importancia de hacerlo para minimizar el riesgo de padecer patologías como el cáncer o algún otro problema médico grave, así como transmitir la necesidad de educar a los jóvenes en materia de salud y concienciarles sobre los efectos dañinos de determinadas sustancias como el tabaco”.

Así, el Ministerio de Sanidad está ultimando una nueva ley antitabaco con restricciones que incrementarán el número de espacios libres de humo. Esta norma prohibirá fumar en terrazas de bares y restaurantes, estadios deportivos, playas y parques, así como en vehículos particulares. En este sentido, Cigna, con motivo del Día Mundial Sin Tabaco, ofrece algunos consejos para ayudar a concienciar y a prevenir a los más jóvenes sobre los efectos dañinos del tabaco:

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